Los Dinosaurios del Marketing: Experiencia que Supera la Extinción en la Era de la IA

Vivimos tiempos curiosos. Mientras algunos celebran el apocalipsis laboral de los veteranos del marketing con el mismo entusiasmo con el que un niño aplasta castillos de arena, otros —menos ruidosos, pero más lúcidos— entienden que la experiencia no es un fósil, sino una brújula. Porque, a diferencia de los saurios del Mesozoico, los dinosaurios del marketing no solo no nos extinguimos… sino que aprendimos a usar herramientas digitales antes de que se les pusiera nombre. Ironías del progreso: en una era que idolatra la inteligencia artificial, se desprecia la inteligencia adquirida.

Javier Rubiano

5/2/20255 min leer

La paradoja de la experiencia: mucho saber, poca voz

En la mesa de reuniones, los años pesan más que los argumentos. La juventud, con su aura de novedad, muchas veces goza de la presunción de competencia digital. Los senior, en cambio, somos mirados con la misma mezcla de respeto y compasión que se le reserva a los VHS: reliquias de otra época, quizás útiles, pero incómodas de integrar al presente.

Y sin embargo, ahí está el dato incómodo: la mente que ha comprendido a fondo las motivaciones humanas es mucho más apta para interpretar los datos que cualquier dashboard de última generación. Porque antes de que existiera Google Analytics, ya sabíamos que la atención es volátil, que las emociones venden y que toda marca es, en el fondo, una historia bien contada.

El mito del fósil digital

Sí, hemos visto memes con chistes sobre boomers y pantallas táctiles. Pero también escribimos nuestros primeros códigos HTML cuando Netscape era sinónimo de futuro, y comprábamos dominios cuando costaban menos que un café.

Nos llaman obsoletos, pero fuimos nosotros quienes dimos la bienvenida a Internet, quienes creamos las primeras estrategias de email marketing, quienes entendimos que "engagement" no es una métrica, sino un arte. Y esa historia no es pasado; es cimiento.

IA: el nuevo templo de la juventud... ¿ o no?

La inteligencia artificial es presentada como el nuevo oráculo, reservado solo para iniciados digitales. Pero si uno rasca un poco el barniz de moda, encuentra lo de siempre: estadística, análisis de patrones, modelos probabilísticos. Es decir, los viejos amigos de quienes estudiamos cuando Excel era un lujo y SPSS una novedad.

No nos sorprende ChatGPT. Nos fascina, claro. Pero también lo comprendemos. Sabemos lo que hay debajo de la cortina porque llevamos décadas mirando cómo se mueven los hilos.

Cuando la formación académica clásica se encuentra con la inteligencia artificial

Mi formación académica y profesional me dio algo que muchos jóvenes profesionales están apenas adquiriendo: fundamentos sólidos en estadística, análisis de datos y pensamiento sistémico. La IA moderna, despojada de su mística, se construye sobre estos mismos principios que dominé hace décadas.

Cuando veo a jóvenes colegas impresionados por los resultados de ChatGPT o DALL-E, reconozco los algoritmos y teorías que estudié en mis años de universidad, simplemente potenciados por la capacidad de procesamiento actual. Mi comprensión de estos fundamentos me permite no solo utilizar estas herramientas, sino entender verdaderamente su funcionamiento, limitaciones y potencial.

La ventaja estratégica de la perspectiva histórica

Los profesionales senior contamos con una ventaja única: hemos visto el desarrollo completo del marketing digital. Esta perspectiva histórica nos permite contextualizar la IA dentro de un continuo evolutivo, entendiendo que es simplemente la siguiente fase en una progresión que hemos estado siguiendo durante toda nuestra carrera.

Esta visión, nos permite evaluar con mayor precisión el valor real de las aplicaciones de IA, distinguiendo entre innovaciones genuinas y modas pasajeras revestidas de tecnología. Para nosotros, la IA no es una revolución misteriosa, sino una evolución lógica de herramientas que llevamos décadas utilizando.

La combinación perfecta: experiencia tradicional amplificada por tecnología

Lo que muchas empresas no logran ver es que la combinación de experiencia tradicional y conocimiento tecnológico crea un perfil profesional excepcionalmente valioso. Cuando un "dinosaurio" del marketing domina la inteligencia artificial, el resultado es un estratega que puede:

  • Identificar patrones de comportamiento del consumidor basados en décadas de observación

  • Aplicar principios atemporales de psicología del consumidor a contextos digitales

  • Evaluar críticamente los resultados generados por IA con un juicio refinado por años de práctica

  • Implementar soluciones tecnológicas con una comprensión profunda de su propósito estratégico

Casos donde la experiencia marca la diferencia

He presenciado proyectos donde equipos jóvenes producen campañas técnicamente impecables pero estratégicamente desenfocadas. Sin la guía de profesionales experimentados, es fácil confundir novedad con efectividad, o datos con comprensión.

En mi experiencia reciente, superé a varios colegas más jóvenes en un hackathon de marketing basado en IA, no porque tecleara más rápido, sino porque mis instrucciones a las herramientas estaban informadas por décadas entendiendo lo que realmente resuena con las audiencias. Mientras ellos se maravillaban con la tecnología, yo me concentraba en lo que siempre ha sido esencial: El mensaje.

El valor inexplorado de los "dinosaurios" del marketing

Las empresas que descartan a profesionales senior están desperdiciando un recurso invaluable. Como "dinosaurios" del marketing, ofrecemos:

  • Resiliencia probada ante el cambio: 

    Hemos sobrevivido y prosperado a través de múltiples revoluciones tecnológicas. Desde el marketing tradicional hasta el digital, desde las primeras páginas web hasta las experiencias inmersivas actuales. Esta adaptabilidad comprobada nos convierte en navegantes experimentados del cambio constante.

  • Perspectiva estratégica de largo plazo: 

    Nuestra experiencia nos permite ver más allá de las tendencias efímeras y centrarnos en lo que realmente construye marcas duraderas. Entendemos que, independientemente de la tecnología, el marketing exitoso siempre se trata de conexión humana.

  • Mentoría invaluable para equipos jóvenes: 

    Lejos de ser obstáculos para la innovación, los profesionales senior podemos actuar como catalizadores, guiando a los talentos jóvenes para que apliquen su destreza técnica con propósito estratégico. Esta colaboración intergeneracional crea equipos excepcionalmente efectivos.

¿Empresa innovadora o fósil corporativo?

He visto empresas desechar candidatos brillantes por tener más de 50 años, como si el conocimiento tuviera fecha de caducidad. ¿Resultado? Campañas llenas de diseño, pero vacías de alma. Porque, como la moda, el marketing también tiene sus espejismos: mucho look, poca sustancia.

Y sin embargo, algunas empresas ya lo están entendiendo. Están creando roles específicos para incorporar la sabiduría acumulada: Senior Marketing Consultants, mentores estratégicos, híbridos entre enciclopedia y brújula. Allí donde hay visión, hay espacio para la experiencia.

Conclusión: Jurassic Park fue ficción, esto no

Los dinosaurios prehistóricos no tuvieron opción. Nosotros sí. Nos reinventamos, aprendimos, crecimos. El verdadero error sería no reconocer que lo nuevo y lo antiguo no son enemigos: son aliados. Porque no hay algoritmo que reemplace la intuición afinada por años de práctica.

Así que la próxima vez que su empresa busque innovar, tal vez no necesite otro unicornio digital. Tal vez necesite un triceratops con laptop. Uno que sepa que el futuro no se predice con números... sino con visión.

Nosotros, los “dinosaurios” del marketing, no venimos del pasado: lo trajimos con nosotros para construir un mejor futuro.